Aquí os dejo la famosa presentación que tan buena acogida tuvo en el 8º congreso nacional de enfermería quirúrgica.
Las herramientas informáticas de que disponemos, son a menudo más un engorro que una ayuda, es necesario en ocasiones, echar la vista atrás y ver desde otro plano, qué necesitamos, y con qué podemos contar para mejorar el trabajo.
En nuestro centro hospitalario, el SELENE, fue una revolución en todas las expresiones, pasamos de tener que escribirlo todo en papel a pasarlo todo por el ordenador, a poder "hacerle el trabajo" a otros, a que cada uno se responsabilizase estrictamente de lo suyo... y así comenzó esta aventura.
Al principio, la codificación de implantes se hacía simplemente en papel, para la historia del paciente y para el almacén ( facturación y reposición ), y al introducirse la aplicación informática, eso también debía cambiar.
Sin embargo el problema radicaba en que al cargar en el programa tantos y tantos implantes ( menos mal que somos un comarcal ;) ) el desplegable que nos sale tardaba la tira en moverse, y encima, aunque pudieras filtrar la búsqueda, implicaba que todo el mundo supiese exactamente cómo buscar cada implante.
Ejemplo:
Inserto
Plástico
Polietileno
¿Quien no lo ha oído nombrar de alguna de las tres formas, si no mas?Por lo que al filtrar no sabes con qué palabra hacerlo, así que volvía a hacerse complicado, y en el caso de la tornillería... intenta poner *tornillo* verás que cantidad de referencias salen... una ruina.
Pero, porqué dejarlo registrado en SELENE... ¿no podíamos seguir como hasta ahora?
Tal y como veis en la presentación, la necesidad de dejar registro a ser posible informático de los implantes que lleva un paciente es básico para su posterior trazabilidad, de tal modo, que si yo tengo que buscar a todos los pacientes que llevan un vástago tipo xxxx del 7, que ha salido defectuoso, sea cuestión de dar unos cuantos clicks en lugar de revisar todas las historias de PTC del año una por una.
Así que pensando, pensando, primero creí que podíamos conseguir que las pistolas leyesen, al igual que leen los códigos de las cajas de instrumental o los códigos de las analíticas, los códigos de las cajas de las prótesis, tal como hacen muchos comerciales en ocasiones para mirar caducidades y lotes.
Pero no, no podía ser, porque las pistolas vienen configuradas para leer determinados códigos de barras...
-¿ah, que hay mas de uno?- Pensé yo... pues sí, hay un montón, y sí que es cierto que hacer que la pistola lea más códigos al parecer es bastante sencillo, pero la aplicación informática no los traduce todos, por lo que una vez mas SELENE manda...
Tipos de Códigos:
-Vale- pensé -démosle la vuelta a la tortilla, si el código de la caja no nos devuelve un número legible, démosle al número legible un código que si capture SELENE- y ahí comenzó la revolución.
Machaconamente me pasé semanas llamando a diferentes casas comerciales para que me pasasen las referencias y los códigos EAN de los productos, así como la descripción para poder tenerlo en tablas excel a las que aplicar un programa que encontré por internet y que milagrosamente el CGSI (Centro de Gestión de Sistemas Informáticos) me permitió instalar en el ordenador del trabajo ( aunque el 80% del trabajo lo acabase haciendo en casa, se agradece) así que poco a poco, iba generando códigos de barras. El sistema la verdad que fue muy rudimentario, primero ensayo error, como teníamos todavía el SELENE de pruebas, para poder trabajar sin ser con HC real, sacaba un código de un tipo, lo pasaba por la pistola y verificaba que SELENE lo leyese, además de hacer que la impresión fuese a un tamaño adecuado para que me entrase en un folio y que la pistola lo llegase a capturar sin problemas, encontré uno que lo hacía sin problema a un tamaño adecuado, y el siguiente paso fue que el personal del proyecto siai, que son quienes nos dieron el soporte informático de la aplicación junto con Siemens, CGSI y nuestros propios informáticos, nos cargasen en la aplicación, cada implante con su código EAN (específicos de cada empresa y producto), ya que a ellos les daba lo mismo el número al que asociasemos los implantes.
Mas adelante, cuando ya teníamos parte introducida, descubrí que podía pasar a código de barras la propia referencia del producto, ya que algunas casas no pudieron suministrarme los EAN porque no los trabajaban,
de este modo, terminé de completar, de momento, los implantes que hasta la fecha teníamos en el hospital.
Decidimos realizar una prueba y cronometrar cuánto tardábamos antes y cuanto ahora, increíble, ¡¡¡para tres implantes pasábamos de 6 a 1 minuto!!!
El trabajo ha sido mucho, pero ahora merece la pena, el personal se ha acostumbrado de forma rutinaria a pasar la pistola para archivar los implantes, y para codificar los lotes, la parte más importante del registro, tal y como manda la ley (ver el post sobre implantes: Manejo de los implantes quirúrgicos) pueden dejarlo escrito en selene, en el propio implante que acaban de codificar, o si temen "meter la pata" al pasar los números, pueden dejar (después de registrar en SELENE el implante) una hoja con las pegatinas de los implantes en la historia, de modo que todos los pacientes tienen registro escrito (electrónico o en papel) de los implantes que llevan colocados.
Queda camino por delante, quedan muchos implantes que porque se han ido adquiriendo durante el año, o porque son en préstamo, no los tenemos codificados tan cómodamente con nuestro código de barras, y ahora que el soporte de SELENE se ha ido, solo cuento con la buena disposición del personal de informática del que antes os hablé para que puedan ir cargando, en sus ratos libres, los nuevos implantes.
También tengo muchas ganas de encontrar la forma de que los lotes de los implantes puedan ser leídos por la pistola para evitar tener que introducirlo a mano o hacer la hoja de papel. Con algunos implantes ya podemos hacerlo... tiempo al tiempo.
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Queda un largo camino |
Enfín, espero que os guste la presentación, y que hayáis entendido el desarrollo de este laborioso trabajo, que si bien no es un trabajo científico ni con una metodología muy ortodoxa que digamos, refleja la importancia que pueden tener las pequeñas ideas para el trabajo diario, y que nosotros mismos muchas veces, sin necesidad de grandes inversiones, podemos cambiar la rutina del día a día.