------------------------------------------------------------------- Quironautas: 05/01/2012 - 06/01/2012

viernes, 25 de mayo de 2012

Con estos mimbres hagamos nuestros cestos...



Hace una semana asistí a las primeras jornadas técnicas de gestión clínica que se celebraron en Oviedo, al fín y al cabo, para algo que se da a los profesionales de forma gratuita y a la vuelta de casa no se podía desperdiciar la ocasión.
Si alguno de vosotros me lee en tweeter vería que estuve "retransmitiendo" las jornadas el tiempo que duró la batería de mi tablet. Los temas fueron variados e interesantes, sobre todo porque nos acercaban a los más profanos en la materia al mundo de las UGC/AGC, el sistema, por resumirlo mucho para los que no lo conozcan, se basa en una autogestión de un servicio (Unidad de Gestión Clínica) o de incluso un Area de salud completa (Área de Gestión Clinica), en base a unos acuerdos previos establecidos. Algo así como que tras apalabrar estos mimbres, te haces tu los cestos que necesites, y si te sobran varillas eso que te llevas.

Perdonen los mas duchos en el tema, quizá mis definiciones no sean muy precisas o formales, pero al fin y al cabo la idea es que "nos entendamos".

Por otra parte en el informe de la gestión clínica de 2011 me creí de pronto en un mitin político, a puntito estuve de escuchar la sintonía de turno al terminar la exposición del ponente, y es que, según están soplando las tornas políticas en nuestra región, la semana pasada estas jornadas, sonaron a despedida y cierre.

Todo se había hecho fenomenalmente; en menos de un año tal pareciera que la salud asturiana hubiese dado un giro completo de timón.
La verdad es que no todo se ha hecho mal, pero el autobombo me molesta bastante y creo que siempre hay que echarse una de cal y una de arena, poner sobre la mesa, lo que efectivamente se ha hecho bien, pero también aquello en lo que se debe mejorar, para compartir las opiniones y poder sacar en claro qué podemos cambiar.

No podemos decir que tenemos saneadas las listas de espera quirúrgica, sin desgranar que efectivamente, no se está esperando ( sin motivo ) mas de 180 días para una intervención, cuando, para cumplir esta norma que no distingue entre un lipoma anodino y una prótesis de cadera (donde evidentemente la calidad de vida es peor) se están realizando (afortunadamente no en mi hospital) peonadas que encarecen y saturan la sanidad pública hasta el infinito.

Porque, ¿qué implica realizar peonadas en un centro hospitalario?
Compañeras que las viven a diario, y no precisamente en primera persona (lo que conllevaría compensación económica) explican, no faltas de argumentos, que las peonadas saturan las unidades de hospitalización y premian únicamente al personal que efectúa la primera asistencia.
Pinchar aqui para consultar las listas de espera quirúrgica SESPA

Parece difícil de entender, que, por regla general ( no vamos a generalizar ), en horario de peonada se realicen un mayor número de intervenciones de similares características que en horario normal y que el personal, bien por estar más incentivado (económicamente se entiende) es capaz de trabajar más eficientemente que en un horario que dispone de las mismas intervenciones entre las 8 y las 15h, pero sin incentivo económico.

Sin embargo, no solo el personal de enfermería y los facultativos ven incrementada su carga de trabajo previo pago, ya que salvo excepciones, otros profesionales tienen mayor carga asistencial sin compensación alguna: celadores, limpieza, esterilización, unidades de hospitalización que reciben pacientes a horas poco habituales, reanimación... ¿se tiene en cuenta a toda esta plantilla de personal?

Luego, ¿es necesario aumentar los costes y saturar a los trabajadores para cumplir con los números?, ¿no tendrá más sentido calificar las intervenciones en función de la gravedad o de la disfuncionalidad para tener que estar más o menos tiempo en lista de espera?
Sinceramente si yo tengo un lipoma y no me duele, prefiero esperar meses si así se prioriza otra intervención que provoque mas molestias a quien la padece

¿Saldría más barato abrir quirófanos ordinarios en turno de tarde habilitando personal, en lugar de pagarlas a precio de oro trabajando a destajo?
¿Qué sentido tiene cerrar plantas, para ahorrar personal, si luego saturas las abiertas con camas extra bajando la calidad asistencial y la seguridad del paciente?
¿Cómo se puede mantener la actividad asistencial en verano si nos piden reducir considerablemente las contrataciones?
¿Porqué no se premia la eficiencia? es decir, ¿no vicia el sistema saber que si no cumples con los objetivos, la solución es hacer de tarde peonadas cobrando un buen plus económico?
Parece bastante lógico, que si te bajan el sueldo, una buena forma de compensarlo es hacer peonadas, y para generalas lo único que hace falta es incumplir con los números... A priori parece un sistema sencillo de influenciar...

Quizá no sean mas que pensamientos idealistas que una tiene quizá desde la ingenuidad y el desconocimiento de los aspectos de gestión que impulsan este tipo de acciones, pero creo que desde las bases, desde los que estamos a pie de mesa quirúrgica, se pueden sacar muchas ideas de gestión del día a día, de cómo ahorrar en cada acción, en pequeñas cosas, de como la inversión de poco dinero, implica el ahorro exponencial por otra parte.

Por eso me atrae tanto la idea de las UGC, la capacidad de que una unidad se autogestione con un presupuesto, de poder poner tus propios objetivos y metas y experimentar con el saber y el conocimiento de las bases y no teorizando en papeles desde directivas lejanas que desconocen el día a día.

Pero las ideas, y el papel, o en este caso, la pantalla, lo aguanta todo.
Soñar es gratis, y pensar utópicamente en que todo el mundo puede trabajar en equipo para un bien común, en que el ahorro de costes de cada uno beneficia al grupo, y en que la eficiencia debe ser algo más que conseguir siempre "lo que quiero y cuando quiero" no es mas que un esbozo de nube en un cielo demasiado tormentoso como para que cobre forma.

Espero que en el futuro se pongan en marcha más iniciativas colaborativas, foros de debate con las instituciones, que den un altavoz a las bases, ya que las directivas de los servicios de salud, en muchas ocasiones absortos en temas económicos y en cuadrar los números, pierden perspectivas muy valiosas para aportar ideas y aire fresco en estos tiempos de crisis.

La economía sanitaria es igual que la doméstica, y quien mas sabe de esta, es el que hace la compra y el almuerzo, no el dueño del supermercado.

Yo por mi parte, seguiré soñando...