------------------------------------------------------------------- Quironautas: 09/01/2013 - 10/01/2013

viernes, 27 de septiembre de 2013

EL back stage quirúrgico, en colaboración con Psicooncología para pacientes


Hace algo mas de tres semanas  @ariadnagcruz del blog psicooncología para pacientes se puso en contacto conmigo para pedirme que escribiese un post relacionado con el tema y con el mundo en el que desarrollo mi profesión.

Ariadna no sabía cuán de cerca me toca el tema, ya que dentro de muy poco hará un año que perdí a mi padre por un cáncer de colon.

Cada día en mi trabajo, vemos a pacientes oncológicos enfrentarse a una de las pruebas mas difíciles que obliga esta enfermedad, la cirugía.
Muchos de ellos conocen su enfermedad a niveles casi académicos, y otros sin embargo, no tienen si quiera muy claro qué hacen allí.
Nunca seré capaz de entender qué se nos pasa por la cabeza para negar completamente la realidad del cáncer, imagino que es el deseo tan exacerbado de no querer padecerlo lo que hace que pongamos oídos sordos a toda la información que de pronto nos están bombardeando.

El tiempo es vida, y tanto médicos como enfermeras en muy corto espacio de tiempo deben dar mucha información a un paciente para que la asimile y tome sus decisiones, pero ¿realmente la asimila? Cambia su vida, sus esperanzas, sus proyectos, cambian las gafas con las que hasta ahora estaba observando la vida, y eso requiere tiempo, que por otra parte no es algo de lo que se disponga demasiado.
No voy a entrar en temas tan complejos como cómo se dan malas noticias, o cómo debe informarse a un paciente, solo daré un consejo a profesionales: Mi experiencia en la consulta de enfermería quirúrgica me dice que un alto porcentaje de pacientes NO ASIMILA LA INFORMACIÓN QUE EL MÉDICO con mas o menos dosis de paciencia le ha expuesto con los pros y contras de su enfermedad, los riesgos y los tratamientos a aplicar. Así que mi consejo es... asegurarse de que el paciente ENTIENDE o al menos TIENE TIEMPO SUFICIENTE PARA ASIMILAR lo que se le está diciendo.

Mi post para pacientes tratará sobre esa segunda parte que casi nadie se molesta en contar, lo que sucede entre bambalinas, el back stage del quirófano, el mundo en el que mis compañeras y yo nos movemos.
En la consulta de enfermería quirúrgica, explicamos a nuestros pacientes qué sucede una vez cruzan esa puerta que les lleva al quirófano, a quién se van a encontrar, qué les van a hacer, cómo deben ir preparados, a dónde les llevarán después y cuánto tardarán en volver a la confortabilidad de su habitación con sus seres queridos. Ya que de todo eso, nadie se acuerda de dedicar unos minutos.

El Back Stage quirúrgico:
(post para pacientes)

Una vez hechas todas las pruebas, asumida la cirugía como el mejor tratamiento, comprendidos y firmados los consentimientos en papel, hechas las pruebas pertinentes y demás, llega el día de la cirugía.
El paciente llega al hospital con sus miedos y sus esperanzas a partes iguales a enfrentarse a una dura prueba, el paso por quirófano.
En la habitación de planta, normalmente se prepara al paciente como si fuese el primero en entrar al quirófano, con la ropa de quirófano (en nuestro caso un camisón desechable) sin ropa interior y con los objetos metálicos retirados. El motivo de que ya esté todo listo desde las ocho de la mañana, es porque como ya dije antes el tiempo es vida. En muchas ocasiones el ritmo del quirófano y los imprevistos, puede adelantar una intervención y los minutos que se pierden en preparar a un paciente son muy importantes. Por eso desde primera hora se dejan a los pacientes listos para pasar al área quirúrgica.
Una de las quejas que más se escucha a los pacientes, y sobre todo familiares, es el horario de paso a quirófano, frases como:

-¡si el médico me dijo que iba el primero y son las doce!- o bien -¡salimos cinco minutos porque iba el último y ya lo han llamado!-
Son habituales tanto en planta como en quirófano. Por eso siempre recuerdo que NO se deben dar horas a los pacientes, siempre explicar que es una aproximación y que puede cambiar en función del ritmo de las cirugías ( si una se alarga mas de la cuenta, otra se suspende por el motivo que sea, otra termina antes de lo previsto...) son tantos los motivos que pueden alterar el horario de un quirófano que mejor recordad al paciente que no hay horas fijas.

Así que primera recomendación:
 No estar pendiente del reloj, las horas de entrada a quirófano son ORIENTATIVAS.
 Por otro lado, ya que estamos hablando del tiempo, también hay que incluir a las familias en la información, se convierten en pacientes, cuando sufren la ansiedad de esperar por un ser querido que ha entrado al quirófano. Cuántas veces habremos escuchado eso de - ¡estuvo cuatro horas en quirófano!- cuando la cirugía en cuestión no duró mas de una.
Las familias que esperan, como dice el refrán, DESESPERAN, el tiempo no pasa cuando estás pendiente de alguien al otro lado de la puerta del quirófano, es comprensible.
Siempre intentamos recordar a los familiares que NO TODO EL TIEMPO DE ESPERA ES TIEMPO DE CIRUGÍA. Existen muchos preparativos previos a que las manos del cirujano comiencen a operar: preparar al paciente, preparar el instrumental, preparar el propio quirófano, verificar que todo esté correcto, anestesiar al paciente... y al finalizar la intervención en sí también existe mucho trabajo de fondo: despertar al paciente, acomodarlo, pasarlo a reanimación... todo ese tiempo, si no se explica convenientemente para la familia se convierten en interminables horas de pura y complicada cirugía.

Segunda recomendación:

 No todo el tiempo que el paciente está en el área quirúrgica se le está interviniendo, existen muchas tareas que se deben realizar para que todo funcione correctamente.
También es muy importante estar pendiente y si por el motivo que fuera se retrasase la entrada del paciente a quirófano, advertirlo a la familia que espera fuera.

Cuando por fín el paciente pasa a lo que llamamos antequirófano, comienza el viaje particular del mismo. Una sala nueva, algunas caras nuevas, cables, máquinas y chismes por todos lados.
Hay gente que entra mas tranquila ( o lo aparenta ) y gente que está verdaderamente asustada. Es importante darles seguridad y confianza, y por experiencia, una sonrisa y nuestras manos, pueden obrar milagros en esa inseguridad.
Al llegar al antequirófano enfermeros y médicos, tras presentarse (cómo me llamo y qué soy) empiezan a preparar medicaciones, revisar historia, anotar datos y preguntar al paciente. El paciente debe saber, y así se lo recordamos en la consulta previa, que se le van a preguntar probablemente las mismas cosas varias veces, e incluso le haremos preguntas un tanto de perogrullo como por ejemplo ¿sabe de qué se va a operar?
Estas cuestiones, como si tiene alergias, qué medicamentos toma, cómo se llama etc, el paciente puede interpretarlas como desconocimiento de su historial por nuestra parte, en lugar de un modo de asegurarse de que todo se está haciendo correctamente. Así que para evitar que se sienta ofendido ( ya he visto a gente hasta enfadarse) es importante recordarle con anterioridad ( y si no es posible, hacerlo nada mas presentarnos en el antequirófano) que se le van a hacer varias preguntas por SU seguridad y que no se asuste si se las hacemos mas de una vez. 

Tercera recomendación

 La batería de preguntas que se repiten en el área quirúrgica son para asegurarse en cada paso que todo el procedimiento se está haciendo correctamente.
Una vez presentados, informados (ambos) y preparado el paciente ( cogerle una vía, pasar medicación si precisa etc) nos vamos al quirófano propiamente dicho.
El paso a la mesa quirúrgica siempre es un momento que asusta, una especie de "alea jacta est", se ven allí ( o nos vemos, que ya he pasado por ello) desnudos, con un camisón de papel que apenas tapa lo que tiene que tapar, rodeados de gente desconocida y a punto de dormirse ( en la mayoría de las ocasiones, ya que son pacientes oncológicos) con un montón de dudas sobre si les dolerá, o si despertarán... y cómo.
En la consulta de enfermería, también explicamos al paciente qué pasara cuando despierte, dónde tendrá puesto el apósito, que no debe asustarse si ve un montón de "cables" ( en ocasiones simplemente son un par sueros y el resto son los del EKG y la TA, pero para quien no lo sabe agobia mucho ver de pronto que está "enganchado" por todas partes). 
Esos "cables" se le irán retirando poco a poco. Se le explica que puede sentirse un poco aturdido y que lo más probable es que no recuerde mucho de su despertar en quirófano, de allí le pasaremos a la unidad de reanimación, y MUY importante, al finalizar al intervención los cirujanos estarán pendientes de avisar a su familia para que estén tranquilos.
Dar seguridad al paciente de que su familia también va a estar informada en todo momento, calma la ansiedad que pueda tener por preocuparse por ellos.

Cuarta recomendación:
 Es normal que cuando despierte, me encuentre con cables y conexiones, no quiere decir que nada haya salido mal ni implica necesariamente gravedad. Del quirófano me pasarán a la sala de reanimación, y mi familia ya sabrá que todo ha salido bien.
            Yo siempre presento la sala de reanimación como si fuese el paraíso, una camita blandita ( después de la mesa quirúrgica, la verdad que parece que los colchones sean de plumas) un silencio sepulcral, tranquilidad y el saber que todo ya ha acabado, es el primer paso de la recuperación.
Animamos a los pacientes a que en reanimación verbalicen cualquier necesidad que tengan, dolor, malestar, sed, ganas de orinar... ya que pasados allí unos momentos comienzan a poder hablar, están mas despejados y pueden sentir molestias que los asusten, si las comentan con las enfermeras en la mayoría de los casos son cosas normales y lo que es mas importante, subsanables.
Nunca hay que callarse un dolor o un malestar, son signos que advierten a la enfermera de un problema o simplemente son el proceso normal de la intervención, que pueden solucionarse fácilmente.

Quinta y última recomendación:

 Cualquier dolor o malestar debe comentarse con el personal, aguantar estoicamente no es la solución, el personal que lo atiende está ahí precisamente para cuidarle.

Enfín, espero haber sido lo suficientemente concreta y llana para ser entendida por propios y ajenos.
Un placer colaborar con esta iniciativa. 
Para saber mas:  Psicooncología para Pacientes
En pro de la comunicación y calidad de vida el paciente oncológico
  

jueves, 19 de septiembre de 2013

Supervisión de enfermería... #ConLdeEnfermera



Aunque llevo varios meses un pelín desenganchada del tema laboral, sigo leyendo mi TL y los blogs sanitarios que seguía habitualmente, aunque bien es cierto que con menos frecuencia.
Ultimamente, quizá por aquello de que ya me queda muy poco para "reengancharme", estoy dedicando un poquito mas de mi escaso tiempo libre a ponerme al día.

El otro día, ya se que con un poco de retraso, leí la iniciativa de "conLdeenfermera" y me encantó la idea.
Ya con anterioridad toqué el tema de las eventuales en mi servicio en un post del 2012 "Como p$%ta por rastrojos" y "Eventuales" del 2011, pero como dice la iniciativa, no siempre es el caso de la enfermera ( o enfermero, ya sabéis que yo hablo en femenino para los dos ;)) que recién termina la carrera la echan a los leones de una planta o servicio especial, en plan, ahí te las compongas, si no que también se refiere a las que ya cosechamos años de trabajo, y sin embargo un buen día, por aquello de agitar el hospital cual coctelera, terminamos en un puesto diferente con atribuciones diferentes.

También nos pasa a las supervisoras.
Las supervisoras son esa extraña raza de enfermeras, odiada por buena parte del personal y que despiertan en ocasiones sentimientos de hastío, malhumoramiento o total y absoluta indiferencia (o al menos eso me pasaba a mi), en la parte restante.
Se les presupone que deben tener dotes de liderazgo, conocimiento del medio, experiencia en gestión...
Sin embargo en mi caso, un buen día, mi director, se acordó de mi existencia y siendo consciente de la necesidad que tenía de una supervisora para mi servicio, se debió decir a sí mismo...- ¡Anda, si a esta no le he preguntado!- y ahí está que me propuso entrar a formar parte de esa extraña raza en la que aún siento que ni encajo ni me siento del todo cómoda.

Así comenzó mi andadura profesional por el mundillo de la gestión, como nadie más quería, y como a mi me encantan los retos, decidí que yo le pondría el cascabel al gato. Así que llevo la L colgando desde entonces, ¡y lo que me queda!.

En uno de mis últimos post, hablaba de profesionalizar la gestión, de dotarla de formación específica y no solo en gestión de recursos y demás, sino en liderazgo y capacidad de enfrentarse y manejar grupos de trabajo. Pero en realidad no hay nada, (nada que te pague tu centro hospitalario claro).

Comienzas a dar tumbos y palos de ciego, pones más voluntad que conocimiento y poco a poco vas saliendo adelante, yo siempre digo que gracias a mi equipo, sin ellas estaría perdida.
Son el mejor filtro, si hago algo mal, no he de preocuparme, en cinco minutos las tengo en el despacho reunidas de ipso facto cual "intervención" a la que tan aficionados son en EE.UU, y cuando las cosas se ponen difíciles, se que puedo contar con su experiencia y su profesionalidad y sobre todo, sobre todo con su humanidad.
Pero cada día hay una aventura nueva, no existen protocolos reglados de NADA, ni existe un librito donde ponga qué funciones son de cada cual, las altas instancias ateniéndose a valores únicamente económicos, cambian de pronto para el centro materiales y métodos de trabajo de la noche a la mañana sin consulta o advertencia... y todo ello, tus compañeros confían en que tu lo sepas, lo domines y lo que es mas, se lo sepas explicar.
¿Porqué en este país la profesión de enfermera es una especie de cajón de sastre donde no se estipulan exactamente qué tareas se pueden realizar, cuales no y cuales se pueden delegar?
Pero así, a lo clarito, a lo listado, sin paños calientes. Porque al final, se nos "supone" que podemos hacer de casi todo, pero luego se "supone" que no somos independientes en casi nada.
enfermero, ra.
1. m. y f. Persona dedicada a la asistencia de los enfermos.
 enfermería.
 2. f. Profesión y titulación de la persona que se dedica al cuidado y atención de enfermos y heridos, así como a otras tareas sanitarias, siguiendo pautas clínicas.
 Ahí está la RAE... ¡resolviendo dudas!

Quisiera saber dónde consultar si tal o cual tarea la desempeña de forma exclusiva el celador o el auxiliar, si la enfermera circulante tiene porqué hacer esto o lo otro, o si dentro de las acciones del cirujano se incluye tal o cual cuestión. Muchas veces solo cuentas con la experiencia, la lógica y el instinto.
Hace dos años, intentamos sacar adelante una normativa de funcionamiento interno. Ya que no hay consenso en cómo se hacen las cosas, y sobre todo en quién las hace, en los cientos de centros hospitalarios que hay en nuestro país, decidimos, apoyándonos en otros manuales, crear una normativa interna para decidir, quien haría qué cosa en cada momento.

No creo que haya sido precisamente un error, pero está claro, que me tengo que cambiar la cofia por la gorra de policía si queremos que funcione. Al final, por mi experiencia, solo sirve para quejarse de lo que no hacen los demás y no para ver que estamos dejando lo nuestro sin hacer.

Mira que somos complicados.

Ahora, en mi ausencia, se que la gerencia ha querido que se una a esa normativa ( que solo era del personal a mi cargo ) el personal facultativo, para que todo el mundo (un mundo perfecto claro) tuviese conocimiento de lo que tiene que hacer en cada momento. Creo que cuando me incorpore, la realidad va a ser muy dura.

La supervisión de un servicio no es solo mantenerlo dotado de recursos materiales y humanos, que ya de por sí con los recortes tiene tela, si no también de mantenerlo lo mas unido posible, que funcione correctamente dando una alta calidad de antención al paciente e intentando ser justo manteniendo las normas y dar sobre todo ejemplo.

En general es una tarea titánica ya que por mi personalidad siempre intento que todo el mundo esté a gusto, y eso la experiencia me ha demostrado que es imposible. En ocasiones, por mas que intentes razonar el porqué de las cosas con la gente... está claro que hay personas que no quieren razonar mas que su propias normas.

Enfín, siento no poder aportar en este post mas que reflexiones personales, pero es lo que tiene ser una supervisora novata.

Con L de Supervisora.