Desde este dulce retiro de maternidad intento poco a poco volver al mundo real endulzado por el pequeñín que me alegra cada minuto, así que comprenderéis que haya tardado tanto en volver a mi blog.
Hace poco
Todos conocemos puestos de trabajo que están ocupados por excelentes profesionales, interinos, que llevan años desempeñando su labor, de pronto viene una oposición, en igualdad, mérito y capacidad... y cambian al interino por otra persona, ahora funcionaria dueña de la plaza, que en ocasiones está al nivel y en ocasiones trastoca completamente el rendimiento de la unidad por desconocer absolutamente el ritmo de trabajo, técnicas, materiales...
Siempre me ha dado mucho que pensar este tema. Y es que, como muchos sabréis yo soy personal laboral. Un buen día me llamaron por currículum hace ya mas de 10 años y poco a poco, por las circunstancias del centro y méritos propios ( laborales y académicos ) terminaron haciéndome indefinida, lo que quiere decir en realidad que cuando meta la pata me pueden mandar a paseo sin despeinarse. Y como yo el resto de mis compañeros.
¿Es una formula óptima? no lo sé, lo que si se es que en este país el funcionariado se labra la fama de "apoltronado" ya que da igual lo bien o mal que se trabaje, pues el sueldo sigue llegando a fin de mes, afortunadamente son muchos mas los que cumplen con su trabajo que los que se quedan a medias, pero como siempre, el que mas ruido hace es el que se escucha.
Es evidente que esto también sucede en los altos cargos. Muchas veces vemos como dirigentes mediocres pivotan de un puesto a otro como si del baile de las sillas se tratase, solo que siempre hay sillas para todos mientras suene la música del partido político de turno.
¿Porqué es esto así? ¿se mira más las afinidades, y afiliaciones a veces, de los profesionales, o su currículum y nivel de resultados? ¿Porqué no puede trabajar un director de derechas en un gobierno de izquierdas y viceversa, si el cargo que desempeña es la gestión de un centro hospitalario y no un mitin político?
Trabajar por objetivos me parecería la panacea, y por objetivos consensuados y con sentido común, pensando en el paciente más que en los números ( que se que también es importante ) y pensarse dos veces en renovar a una persona en un cargo si de forma continuada provoca un mal rendimiento de la unidad o centro que regente.
Dejo este mini post abierto a vuestras opiniones, como veis yo no es que lo tenga muy claro. Así que abro debate... ¿qué opinais?
Bienvenida de nuevo Mónica!
ResponderEliminarUn placer volver a leerte y comentarte...
esto de la profesionalización de los cargos directivos me supone también más dudas que certezas, que significa ser directivo, que cargos deben salir a concurso, deben concursar equipos o solo los gestores, qué criterios deben tenerse en cuenta?
El que hizo la ley, hizo la trampa, y a veces no es un problema de como se escogen los directivos, tanto como de como pueden mantener el puesto, sus criterios y actuaciones.
Por otro lado evaluar objetivos requiere tener sistemas de monitorización bastante importantes y trasparentes que actualmente no son la prioridad de las organizaciones.
Finalmente debemos tener en cuenta cuestiones que tienen que ver más con el talento, la innovación y la frecura de ideas, que como tu dices no suelen estar bien recogidas en una oposición o concurso.
Añadir una valoración de proyectos en los concursos de forma lo más objetiva posible, si es posible,... y reducir lo más posible el peso de la experiencia previa en el cargo son cuestiones importantes a tener en cuenta, así como la temporalidad de los proyectos.
Mejor por concurso que a dedo, pero no estoy tan seguro. ¿Será esta la via para que las enfermeras puedan gestionar organizaciones sanitarias? ¿No tienen ellas mucho que aportar al tema?
Un abrazo Mónica y bienvenida!!!!
Pues como veo Esteban, el tema trae mas dudas que posibles soluciones, el debate que suscita cual es la mejor forma de evaluar a un trabajador para un cargo, sea el que sea se extrapola especialmente en los cargos directivos.
EliminarTodos hemos conocido buenos y malos gestores, el cómo llegaron a ese puesto es casi siempre a dedo, por necesidad o por casualidad... casi nunca una prueba objetiva, pero... ¿cuál sería la mas adecuada? ¿cuanto talento se desaprovecha por no saber llegar al trabajador que lo tiene?
Y luego está el qué dirán... ¿cuantos supervisores capaces no se presentan a un puesto por el qué dirán sus compañeros? lanzo una pregunta... ¿están los puestos de gestión en general mal vistos por los trabajadores? ¿cual creeis que son los motivos?
Ehhh... a ver; profesionalizar la gestión = concurso? de verdad creeis que por concurso se puede crear un equipo de trabajo con una orientación similar y una mínima coherencia?
ResponderEliminarPara mí profesionalizar la gestión sería describir una serie de condiciones (fundamentalmente de formación reconocida) "sine qua non" para que no ocurra como ahora que se nombra a gente con "buenas conexiones" que luego se va formando... me gustaría conocer una estadistica al respecto, esto es de los directivos y mandos intermedios de los centros sanitarios cuantos tienen formación específica en gestión y en cuantos casos esta era previa a su acceso al puesto "de confianza".
En esa formación requerida estaría la capacitación informacional, el ser capaz de establecer y valorar indicadores que evaluen la consecución de objetivos... el ser capaz de formular auténticas estrategias que no sean una serie de medidas muy vistosas sin criterios de efectividad ni un objetivo definido...
Es un placer volver a leerte.
¿y el talento? no creeis que también en los puestos de gestión, a parte de formación específica debería existir alguna forma de canalizar el talento innato que algunas personas tienen para la gestión de equipos?
EliminarAle... ya os doy qué pensar. :)
Efectivamente Salva!
ResponderEliminarNo es tan fácil, o a mí no me lo parece invertir todo este mundillo de redes clientelares, sobredimensionadas en muchos casos, en las que se ha convertido la gestión sanitaria. Sin dudar de la profesionalidad de los que actualmente ocupan cargos "de confianza", habría que definir que entendemos por cargos directivos y hasta que niveles el desempeño debe ser "profesionalizado" y que significa esto de ser profesionalizado.
Técnicamente todos somos profesionales, en el puesto en el que estamos, otra cosa es como se evcalúa nuestra profesionalidad... jejeje. Quiere decir esto de la profesionalización que deben existir perfiles profesionales definidos para optar a cargos de dirección?, Debemos estudiar específicamente para ocuparlos? Por ejemplo debería existir una carrera profesional de Supervisora de unidad, de área,...
Que pasa si ante tanta especificidad surge la necesidad de flexibilizar las organizaciones?. Puede pasar que un perfil de direcctor de enfermería pierda sentido si desaparecieran las direcciones de enfermería?
Si definimos carreras muy concienzudamente perdemos frescura de ideas, identificación con los procesos REALES, perdemos posibilidad de obtener talento o incluso liderazgo???
Por supuesto que la formación y la experiencia deben tenerse en cuenta, pero también la innovación y el talento, y la clave está en como conseguir que éstos afloren en organizaciones donde el acceso a cargos directivos está mal visto por diferentes motivos. Me temo que como dice Salva, es más complicado que sacar puestos a concurso, o no vincularlos a periodos políticos...
Hace falta voluntad política y apertura de miras para cambiar esto, si es cierto que alguien quiere cambiarlo...